Por la puerta trasera: Un ser extraño al que llamamos "Hermano".

Hermanos: Wicho y Carlos

"Hablemos del Tiempo, hermano,

antes que sea ido

lo que pudo ser humano.

Antes de que sea en vano

llorar un día perdido,

un surco sin nuestro grano,

un canto sin nuestro oído,

un remo sin nuestra mano.

Hablemos de la tarea

de nuestra caducidad,

que es hacer que el Tiempo juntos sea,

todo en él, Eternidad".

Dom Pedro Casaldáliga.

Según la lengua española, el termino «hermano» proviene del catalán germà y el portugués irmão, que dio origen a la raíz latina "germanus", que significa aquello que es "verdadero y exacto". Pero dejando de lado cualquier concepto de filología y lingüística, me centraré en intuir a base de poesía y vivencia, sobre el origen y significado de ese vocablo hermoso que nos acompaña por los senderos de nuestra vida HERMANO.

Porque los hermanos, no son mas que esas criaturas extrañas que se cuajaron de las flores y del capullo de las fajas del sueño. Con algunos hemos participado en el mismo curso de la básica dulzura. Devotos del mismo ombligo y pezón frutal, alojados en la entraña maternal tallada de rosas, y heno compartido. Otros, por encuentros furtivos de la infancia o la coincidencia en nuestro camino, se han sumado, poco a poco, a nuestra vida como la marea alcanza nuestros pies en la playa. A través de la noche del tiempo renacido, ¡Cual pajarillos extraños nacidos en el seno caliente de otro nido!

Los mas privilegiados nacieron del rubio color de la llama, y del fruto maduro que pendía en la rama. Se deshojaron de las copas otoñales de la vida. Cruzaron los zurcos de la tierra, la oquedad del barro, hoja amarilla, rodó, en ramas olorosas de eucalipto para conocer tierras de ensueño. Mas cuando nos llega la noche y su sereno tras los húmedos cristales, y la tarde lenta de verano, nos va iluminado suavemente el risueño rostro fresco de nuestro hermano. Fruto de oro del recuerdo de viejas tarjetas postales, de leyendas de antigua alegría e historias viejas de melancolía!

Otros nos siguen acompañando y guiando en ese abc inseparable de aventuras. Quienes se reflejan en el arroyo de nuestros sueños y nuestros días. Seres del tiempo múltiplo de dos, de dos corazones, de dos rosas que no necesitan espejo porque simplemente cuando uno mira al otro, se ve. Cual niños de pantalón corto, es el amigo mas antiguo que tenemos con quien empezamos a ver, las estrellas y la campiña. A escuchar el ensayo de las chicharras, el murmullo infinito del caracol y el vuelo de la golondrina. Amigo travieso a quien abrimos el corazón rotundamente, igual que una granada. Para que se lo llevarán grano a grano, los pájaros del cielo, al alma de los mangares del abuelo.

Pero existen relaciones de hermanos, que ya con la infancia adulta sus encuentros se convirtieron en pleitos y desencuentros. Transfiguraron su flor en carbones. Olvidando que una colmena habita en sus corazones. Que doradas abejas podrían fabricar en él, las amarguras viejas, en blanca cera y dulce miel. En su alma acampo el ego, la avaricia y la individualidad. Ahogándose por completo en sombras de soberbia, orgullo y vanidad.

Arrancaron de raíz todo recuerdo y cuidado. Olvidaron noches de truenos, temores y temblores, noches en que estaban fuertemente abrazados con cobija sobre los colchones. Tiempos de guerra y apagones. De aquel fiel compañero con su alma de poeta y sensibilidad de artista, que al tener una herida o raspón de bicicleta, era el primero a nuestro encuentro para su caricia. Socio por unanimidad del mismo dulce como bocado y juguete encantado! Niños del Todo, con quien se disfrutaba la simple alegría monotonía, de jugar cada tarde a la pelota o la peregrina.

Una vez preguntaba a conocidos y amigos, sobre lo que significaba para ellos esa palabra hermana. Siendo estas sus palabras. HERMANO: mi apoyo, mi protección, mi unión, mi historia, mi compañero, el autentico, mi cómplice, el todo corazón, mi héroe, el leal, el siempre incondicional, el siempre fiel, el sincero, el puertas abiertas, el otro yo, mi confidente, mi mayor amor, mi protector, el solidario, el siempre unido, mi gran amigo, mi sangre y eterno amigo!.

Y es que hablar de un hermano, es hablar de un corazón que nada en las mismas aguas. Un mosaico de afecto libre de concepto. Simplemente alguien que nos irradia con son de sonrisa, y llega a nuestro corazón con caricia.

Pero llegará el momento en nuestros días que al borde del sendero una vez nos sentaremos, con el cabello cenizo, y con el tiempo entre los dedos. Añoraremos estar con aquel eterno viajero-hermano sincero! A orillas del gran silencio, sobre la estepa y bajo el ocaso de sol de fuego, las voces de todos los misterios, como flor que quiere echar su aroma al viento, se nos revelará el eterno secreto: "Tener un hermano es tener, para siempre, recordada de forma segura en otro corazón, el salmo verdadero de nuestra historia y eterna pasión"

Mauricio Iraheta Olivo

Comparto fotografías de hermanos en mi familia;